Es necesario, antes
de visitar este hermoso destino, tener en cuenta ciertos aspectos sobre la
misma, la cual puede serle práctica en un futuro o a la hora de planificar un
viaje.
México, poco a poco,
está adquiriendo un infraestructura turística moderna. Hoy en día es más fácil
moverse por el país, aunque en zonas apartadas las instalaciones y servicios pueden
verse limitados. Todas las ciudades grandes cuentan con oficinas de turismo; en
localidades pequeñas, el visitante puede obtener información sobre hoteles,
restaurantes, lugares de interés y actividades en el palacio municipal
(Ayuntamiento).
La mejor época para
visitar el interior es febrero a junio, antes de que empiece la estación de las
lluvias. Aunque en Chiapas, Tabasco y Veracruz las lluvias son torrenciales, en
la mayoría de las zonas no pasan de refrescantes chubascos diarios. Noviembre
es ideal para la playa, el clima es más refrescante y los precios suelen ser
más bajos. Los mexicanos visitan la costa en julio, agosto y durante los
feriados largos. En la costa caribeña, septiembre y octubre pueden traer
huracanes. Cuando más contaminada se encuentra contaminada la ciudad de México
es de diciembre a febrero.
Con respecto a los
horarios, la mayoría de los museos y yacimientos arqueológicos dependen del
Instituto Nacional de Antropología e Historia. Se suele cobrar entrada, pero
los niños pagan la mitad y los domingos la entrada es gratuita. El horario se
extiende desde las 9.00 hasta las 17.00, de martes a domingos.
En cuanto a las
oficinas turísticas, podrá encontrarlas en la Ciudad y capitales estatales.
Éstos facilitan mapas y planos actualizados e información sobre el alojamiento
y lugares de interés. En las poblaciones más pequeñas la información se obtiene
en los ayuntamientos.
No olvide antes de
emprender su viaje, tener en cuenta estos consejos básicos.
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